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Muchas veces no te paras a pensar en si lo que estás haciendo realmente
te gusta o en si estás consiguiendo tus “objetivos de vida”. Entonces de
repente un día te agobias porque las cosas no están saliendo como querías.
DON’T PANIC!
Aquí una serie de consejos que personalmente me han servido en los momentos
más difíciles. Espero que puedas aplicarlos a tu vida y que te sirvan.
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Muchas veces no te paras a pensar en si lo que estás haciendo realmente te gusta o en si estás consiguiendo tus “objetivos de vida”. Entonces de repente un día te agobias porque las cosas no están saliendo como querías. DON’T PANIC!
Aquí una serie de consejos que personalmente me han servido en los momentos
más difíciles. Espero que puedas aplicarlos a tu vida y que te sirvan.
1. Haz
listas. Normalmente los
pensamientos abrumadores no piden permiso para aparecer en nuestra cabeza, así
que lo mejor para al menos diferenciarlos es ponerlos en listas. Puedes hacer
grupos, secciones o categorías y ordenar tus ideas según prioridades.
Has de
tener claro, o si no, para ello también sirven las listas, qué objetivos
tienes, a dónde te quieres dirigir y qué hay que hacer para conseguirlo. Anota
todo lo que te venga a la mente, dibuja, haz esquemas. Las ideas expuestas son
más fáciles de manejar.
2. Haz
deporte. Si te paras a pensar mucho
en los problemas, crearás problemas nuevos. Por eso, cada vez que esto me
ocurre me pongo las deportivas y salgo a correr. El deporte aumenta tu
autoestima, te da esa fuerza que nuestra mente no es capaz en momentos de confusión.
3. Escucha
música. Algo que a mi me funciona bastante en
épocas de bajón es buscar música nueva, crearme playlists o
empaparme las letras de mis grupos favoritos. Así siento que cambio de aires,
entro en nuevos terrenos, o profundizo más en los orígenes de los artistas que
más me gustan.
4. Infórmate. Si hay un tema en concreto que te preocupa, o algo que
quieres hacer pero no sabes cómo empezar, YA es el momento de ello.
Coge
papel y bolígrafo, conciénciate y empieza en una búsqueda activa en Internet.
Una vez tengas anotado todo, tendrás más información que al principio, gracias
a la cual puedes tomar nuevas decisiones, como ir a ciertos lugares clave,
hablar con ciertas personas, o empezar una serie de tareas que te facilitarán
tus objetivos.
5. Muévete. Queda demostrado que “cuando
te mueves, pasan cosas”. Si te lamentas cada día, martirizando a tus
seres queridos con tus historias o te quedas en casa pensando en que quieres
cambiar durante 5 minutos para luego volver a pasar 2 horas en Facebook, la
vida pasará por delante de tus ojos sin apenas darte cuenta.
Tampoco
debes estresarte obligándote a hacer algo que no sabes concretamente qué es,
pero puedes empezar con pequeñas cosas que si las sientes de verdad te llevarán
a encontrarte contigo mismo. Y esto, es lo que realmente quieres, ¿no?
- Quítale importancia al móvil y a las redes sociales. La vida está justo enfrente, no en esa nube virtual en la que siempre pasa lo mismo.
Intenta volver a realizar actividades que te gustan: ir a la playa a leer, pasear a los perros, ir al parque a pensar; llamar a tus antiguos compañeros de clase para contarles novedades o volver a viejas rutinas; hacer cambios en tu casa, como pintar o reparar muebles; volver a hacer manualidades.
- Si lo que quieres es comenzar un trabajo o te apetece cambiar de aires, la opción del voluntariado es muy enriquecedora. Ayudar en proyectos de este tipo es seguramente uno de los mejores ejercicios para conocerte a ti mismo, conocer gente de ese entorno, y saber un poco más cómo se mueve el mundo en el que vives.
- Tener un modelo a seguir ayuda, y mucho. Si existe una persona a la que envidias sanamente porque da la sensación de que la vida le sonríe, anota esas cualidades o actividades que realiza que le hacen tan interesante. La mayoría de ellas seguramente las tienes, pero a tu manera. Si sabes que tienes dotes o algo se te da muy bien, enfatízalas y verás que pasa algo bueno. ♡