martes, 22 de octubre de 2013

Tomar el control



 
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Muchas veces no te paras a pensar en si lo que estás haciendo realmente te gusta o en si estás consiguiendo tus “objetivos de vida”. Entonces de repente un día te agobias porque las cosas no están saliendo como querías. DON’T PANIC!


Aquí una serie de consejos que personalmente me han servido en los momentos más difíciles. Espero que puedas aplicarlos a tu vida y que te sirvan.



1. Haz listas. Normalmente los pensamientos abrumadores no piden permiso para aparecer en nuestra cabeza, así que lo mejor para al menos diferenciarlos es ponerlos en listas. Puedes hacer grupos, secciones o categorías y ordenar tus ideas según prioridades.
Has de tener claro, o si no, para ello también sirven las listas, qué objetivos tienes, a dónde te quieres dirigir y qué hay que hacer para conseguirlo. Anota todo lo que te venga a la mente, dibuja, haz esquemas. Las ideas expuestas son más fáciles de manejar.

2. Haz deporte. Si te paras a pensar mucho en los problemas, crearás problemas nuevos. Por eso, cada vez que esto me ocurre me pongo las deportivas y salgo a correr. El deporte aumenta tu autoestima, te da esa fuerza que nuestra mente no es capaz en momentos de confusión.

3. Escucha música. Algo que a mi me funciona bastante en épocas de bajón es buscar música nueva, crearme playlists o empaparme las letras de mis grupos favoritos. Así siento que cambio de aires, entro en nuevos terrenos, o profundizo más en los orígenes de los artistas que más me gustan.

4. Infórmate. Si hay un tema en concreto que te preocupa, o algo que quieres hacer pero no sabes cómo empezar, YA es el momento de ello.

Coge papel y bolígrafo, conciénciate y empieza en una búsqueda activa en Internet. Una vez tengas anotado todo, tendrás más información que al principio, gracias a la cual puedes tomar nuevas decisiones, como ir a ciertos lugares clave, hablar con ciertas personas, o empezar una serie de tareas que te facilitarán tus objetivos.

5. Muévete. Queda demostrado que “cuando te mueves, pasan cosas”. Si te lamentas cada día, martirizando a tus seres queridos con tus historias o te quedas en casa pensando en que quieres cambiar durante 5 minutos para luego volver a pasar 2 horas en Facebook, la vida pasará por delante de tus ojos sin apenas darte cuenta.

Tampoco debes estresarte obligándote a hacer algo que no sabes concretamente qué es, pero puedes empezar con pequeñas cosas que si las sientes de verdad te llevarán a encontrarte contigo mismo. Y esto, es lo que realmente quieres, ¿no?


- Quítale importancia al móvil y a las redes sociales. La vida está justo enfrente, no en esa nube virtual en la que siempre pasa lo mismo.
Intenta volver a realizar actividades que te gustan: ir a la playa a leer, pasear a los perros, ir al parque a pensar; llamar a tus antiguos compañeros de clase para contarles novedades o volver a viejas rutinas; hacer cambios en tu casa, como pintar o reparar muebles; volver a hacer manualidades.

- Si lo que quieres es comenzar un trabajo o te apetece cambiar de aires, la opción del voluntariado es muy enriquecedora. Ayudar en proyectos de este tipo es seguramente uno de los mejores ejercicios para conocerte a ti mismo, conocer gente de ese entorno, y saber un poco más cómo se mueve el mundo en el que vives.

- Tener un modelo a seguir ayuda, y mucho. Si existe una persona a la que envidias sanamente porque da la sensación de que la vida le sonríe, anota esas cualidades o actividades que realiza que le hacen tan interesante. La mayoría de ellas seguramente las tienes, pero a tu manera. Si sabes que tienes dotes o algo se te da muy bien, enfatízalas y verás que pasa algo bueno.
 




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