lunes, 25 de agosto de 2014

Mujeres, Hombres

Alguien me dijo que los hombres dan amor a cambio de sexo, y las mujeres dan sexo a cambio de amor. Puede ser una manera simplista de verlo, pero no creo que vaya muy desencaminada. 

Ellos quieren tocar lo que ven, nosotras queremos tocar lo que sentimos. No con todos, por supuesto. Hay tíos para mirar, tíos para tocar, tíos para todo y tíos a los que no tocaríamos ni con un palo, pero cuando le encontramos (o LA encontramos) dudamos menos y nos entregamos fuerte. Ese amor puede que sea lo que haga que todo adquiera dimensiones cósmicas y a ellos les suene a mecánica cuántica.

Músculos y curvas aparte

...porque hemos dejado de hacer el amor con las mentes y hemos reducido la curiosidad a un montón de sábanas.


¿Pero qué hay de lo que mueve al cuerpo? ¿Qué hay de vosotros? Sí, ¿Qué hay ahí dentro?
¿Algo que merezca la pena ser contado? ¿Hay algo en vosotros que un ciego sería capaz de ver? 

Me refiero a eso que nos mantiene despiertos desde las siete de la mañana hasta las doce de la noche, lo que hace que los lugares a los que vais sean un poco diferentes a vuestro paso y lo que hace que las demás personas se pregunten por qué no os han conocido antes. Me refiero a lo que marca la diferencia entre una col de Bruselas y una persona. A eso que hace que a veces, sin conocer de nada a alguien, digamos que hay “feeling”, músculos y curvas aparte. 

Os invito a que os atraigan las mentes que ven soluciones ante los problemas, las que saben lo que es importante y lo que es accesorio, las que nunca tienen suficiente. Bailad con las mentes claras que esconden algo que no comparten con cualquiera y aquellas capaces de guardar un secreto, bailad con las mentes que son como la heroína. Buscad las mentes que cambian el mundo porque están diseñadas para ello y no saben hacer otra cosa, las mentes que retan hacerlo todavía mejor cuando las cosas no pueden ir peor de lo que van. Acercaros a las mentes que son como un bidón de gasolina esperando a que alguien encienda una cerilla, porque llegado un momento os daréis cuenta de que ese es el tipo de mente con las que nunca te aburrirás.